UNOS CHISTES:
UNO:
Dos amigas conversan:
-Mi marido en la cama es como un tiburón.
-No me digas, chica, ¿qué te hace? Dime qué hace.
-NADA... NADA... NADA...
DOS (bueno no es un chiste propiamente):
La secretaria de un ejecutivo que es también su amante queda embarazada. Cuando ella se lo dice el se pone muy contento y le dice:
-Mi amor, vete a vivir a la casa que tengo en Italia y no te preocupes por nada porque yo te adoro y me voy a ocupar de ti. Tan pronto nazca el niño me avisas para ir a conocerlo y aumentarte la remesa. Pero fíjate de tener mucho cuidado no se vaya a enterar mi esposa porque ella es la dueña del negocio y nos quedamos sin nada.
A los 9 meses exactos, al llegar a la casa, la esposa lo recibe y le dice:
-Querido... ¿Tienes alguna reunión con los socios de Italia?
El se aterra pero se calma cuando ella le dice:
-Es que ha llegado un telegrama muy raro sobre el menú de la cena.
TELEGRAMA: Señor ......:
La aviso de la cena como de acuerdo a nuestro acuerdo: spaguetti spaguetti spaguetti spaguetti spaguetti 3 salchichas con albóndigas 2 almejas El director.
Hacía 5 años que esta mujer había perdido a su marido y todavía seguía de
luto como si fuese ayer.
En esos cinco años no salió con ningún hombre hasta que su hija le
pidió que por favor saliera con alguien para que se distrajera.
Un día decide hacerle caso a la hija pero ella no conocía a nadie.
Así que la hija le presenta a este tipo.
Bueno inmediatamente de conocerse se cayeron muy bien y después de 6
meses saliendo, el tipo la invita a pasarse el fin de semana con él y ella
acepta.
Llega el sábado y se van a un lugar romántico.
El tipo la lleva a
pasear y la atiende muy bien.
Ella queda encantada pero resulta
que cuando llega la noche se van al hotel.
Ahí el empieza acariciarla y a quitarle la ropa.
Ella le dice:
!
Déjame ponerme cómoda. ¡
Y se va al baño.
Cuando sale, sale toda
desnuda excepto con unos pantis negros.
El le pregunta:
- ¿Y por qué te quedaste con los pantis?
A lo que ella contesta:
- Mis pechos puedes acariciar, mi cuerpo lo puedes explorar pero aquí
abajo no lo puedes tocar, estoy de luto.
Bueno.
-El tipo pensó, a lo mejor es prematuro.
Mejor me espero a
mañana.
Al día siguiente pasa lo mismo y el tipo, al ver que ya se le estaba
acabando el fin de semana, le dice:
- Me voy a poner cómodo.
Cuando sale del baño, el tipo sale todo excitado con un condón
negro.
Ella curiosa le pregunta:
- ¿Y por qué tienes ese condón negro?
A lo que él le contesta:
- Porque esta noche quiero compartir tu dolor, ¡te voy a dar el
pésame!
Un borracho que olía a orujo puro por los 4 costados se sube a un autobús
y
se sienta con su roñoso bolso y un periódico viejo al lado de un cura.
Saca
una petaca con orujo barato y se toma lo que queda de un solo trago.
Satisfecho agarra el periódico y se pone a leer.
El cura finge que el borracho no existe y disimula su incomodidad.
Al rato, el borracho se le queda mirando al cura y le pregunta:
- Oiga Padre, ¿Puede decirme qué carajo causa la artritis?
El cura molesto, le responde en tono sarcástico:
- Ciertamente la vida profana, el andar frecuentando mujeres mundanas, los
excesos con el tabaco y la bebida, en especial el alcohol; esas borracheras
que terminan en noches de putas... y muchas más de esas basuras y
porquerías...
- Coooooño, vaya, puta mieeeeerda!!!! responde el borracho volviendo a su
lectura.
El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y
decide disculparse y le dice en tono comprensivo:
- Disculpe usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero..... ¿desde cuándo
sufre de artritis?
- Yoooo??? no joda padre, a mi no me pasa nada!!!... solo estaba leyendo
este artículo del periódico que dice que el Papa sufre de artritis desde
hace varios años.
EL HIJO PUTA
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando
me acordé que
tenía que llamar por teléfono a un compañero.
Descolgué el auricular y marqué el número de memoria.
Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:
'¿Qué quiere?'.
'Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto
Espárrago?' dije
amablemente.
'Te has equivocado, gilipollas', me respondió y acto
seguido colgó.
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi
agenda para buscar el
número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me
había equivocado.
Pero como aún recordaba el número 'erróneo' que había
marcado anteriormente,
decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me cogió el
teléfono no esperé
a que contestase y le dije:
'Eres un hijoputa', y colgué
rápidamente.
Inmediatamente apunte aquel número en mi agenda junto a la
palabra
'hijoputa'.
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado
porque me llegaba una
letra inesperada, o un aviso de multa, o discutía con mi
mujer, o alguna
situación por el estilo volvía a llamarlo y sin dejarle
contestar le decía:
'Eres un hijoputa'.
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía
sentirme mucho más
relajado.
Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el
servicio de
identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco
porque tuve que
dejar de llamar al 'hijoputa'.
Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: Marqué su
número de teléfono
y cuando escuché su voz le dije:
'Hola, le llamo del
departamento de ventas
de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de
identificación de
llamadas'.
'No' me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono.
Rápidamente lo volví a llamar y le dije:
'Eres un hijoputa'.
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una
anciana saliera
de la plaza de aparcamiento del Hipercor.
Esta lo hacía
muy lentamente y
cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la
plaza libre,
apareció un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en
el hueco que iba
yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar:
'¡Eh, oiga!, ¡que estaba yo esperando!, ¡no puede hacer
eso!'.
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el
centro comercial
ignorándome como si no me hubiera oído.
Yo me quedé
completamente frustrado
y pensé:
'Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de
ellos'..
Justo en ese momento vi un letrero de 'SE VENDE' en el
cristal de atrás del
Golf.
Lógicamente anoté el número y me fui a buscar otra
plaza de
aparcamiento.
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del
'hijoputa' y me acordé
que había anotado el número del tipo del Golf.
Inmediatamente le llamé y le
dije:
- 'Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que
se vende?'
- 'Sí, yo mismo'
- '¿Podría decirme dónde puedo ver el coche?'
- 'Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de
la Cruz esquina con
Montesa, es un bloque amarillo y el coche está aparcado
justo enfrente de la
casa'
- '¿Cómo se llama usted?'
- 'Enrique Juárez'
- '¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y
discutir los
detalles de la operación, Enrique?'.
- 'Pues yo suelo estar en casa por las noches'.
- '¿Puedo decirle algo, Enrique?'
- 'Si, claro'
- 'Enrique, eres un hijoputa de la hostia', y colgué el
teléfono.
Inmediatamente después de colgar anoté el número en mi
agenda al lado del
otro, pero en este puse el nombre de 'hijoputa II'.
Ahora tenía dos 'hijoputas' para llamar y así estuve
durante dos o tres
meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que
comenzaba a aburrirme
un poco.
Me puse a pensar en serio sobre cómo resolver este
problemilla y al cabo de
un par de whiskys se me ocurrió algo.
Primero llamé al
'hijoputa I':
- 'Dígame'
- 'Hola hijoputa' - pero esta vez no colgué.
- '¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?'
- 'Si, hijoputa'.
- 'Deja ya de llamarme o....'
- 'Noooooo'.
- 'Si supiera quién eres te rompía la boca', me dijo.
- 'Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a
buscarme. Vivo en la
calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque
amarillo, justo en
la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa'
- '¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un
hijoputa y ya puedes ir
rezando todo lo que sepas. Te voy a matar a hostias'
- '¿Sí?. ¡Que miedo me das, hijoputa!' y colgué el teléfono..
Inmediatamente llame al hijoputa II:
- 'Dígame'
- 'Hola hijoputa' y no colgué.
- 'Como te pille algún día...'
- '¿Que me vas a hacer, hijoputa?'
- 'Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón'
- '¿Sí?, pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo
voy hacia tu casa' y
colgué.
Por último, cogí el teléfono y llame a la policía. Les
dije que estaba en la
calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa y que iba a
matar a mi novio
homosexual en cuanto llegara a casa.
Luego hice otra llamada rápida a 'Madrid directo' y les
dije que iba a haber
una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz
esquina Montesa.
Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda
leche.
Te juro que
es una experiencia que nunca olvidaré.
La mayor pelea que
he visto en mi
vida.
Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.
En fin, después de esto espero que cuando te llame por
teléfono me contestes
en tono amable.
Ya sabes, no es bueno que yo me irrite.