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miércoles, 9 de septiembre de 2009

¡LAS GANAS DE ROMPERLOS!!!


¿NO ERA QUE LAS JIRAFAS ERAN MUDAS...?


¡LLEGARON LAS CONEJITAS!!!


¿PERO QUIEN ME MANDA A MI ESTO...?


¡HAGANLE EL FAVOR A LA POBRECITA...!!!


CASAMIENTO SEGUN EL ISLAM


UNA EXTRAÑA CELEBRACION


CHISTE NEGRO


UNA SABIA DEDUCCION


AUNQUE UD. NO LO CREA...


Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios, de Málaga
En diciembre de 1840, se autorizaba la creación (merced a una especialísima dispensa del Obispo de Andalucía) del Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios, de Málaga.

Las pajilleras de caridad (como se las empezó a denominar en toda la península) eran mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban consuelo con maniobras de masturbación a los numerosos soldados heridos en las batallas de la reciente guerra carlista española.
La autora de tan peculiar idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio. Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en el pabellón de heridos del hospital. Decidió entonces poner manos a la obra y comenzó junto a algunas hermanas a "pajillear" a los robustos y viriles soldados sin hacer distingos de grado. Desde entonces, tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su "pajilla" diaria. Los resultados fueron inmediatos.
El clima emocional cambió radicalmente en el pabellón y los temperamentales hombres de armas volvieron a departir cortésmente entre sí, aún cuando en muchos casos, hubiesen militado en bandos opuestos.
Al núcleo fundacional de hermanitas pajilleras, se sumaron voluntarias seculares, atraídas por el deseo de prestar tan abnegado servicio. A estas voluntarias, se les impuso (a fin de resguardar el pudor y las buenas costumbres) el uso estricto de un uniforme: una holgada hopalanda que ocultaba las formas femeniles y un velo de lino que embozaba el rostro.
El éxito rotundo, se tradujo en la proliferación de diversos cuerpos de pajilleras por todo el territorio nacional, agrupadas bajo distintas asociaciones y modalidades. Surgieron de esta suerte, el Cuerpo de Palilleras de La Reina, Las Pajilleras del Socorro de Huelva, Las Esclavas de la Pajilla del Corazón de María y ya entrado el siglo XX, las Pajilleras de la Pasionaria que tanto auxilio habrían de brindarle a las tropas de la República.

Como secular hubiera cooperado con mucho gusto...

Hay muchas historias interesantes.

Los ejércitos de tiempos pasados iban acompañados por un buen número de prostitutas para satisfacción de los soldados.
Un famoso general, de cuyo nombre ahora no estoy segura, rehusó y aplazó el combate por varios días hasta que las prostitutas, que se habían quedado rezagadas, alcanzaron a las tropas con gran júbilo de los soldados.
Pensó el general que sin la presencia de las mujeres, que significaban para los soldados parte muy importante de la fiesta tras la victoria, ellos no pelearían con igual valor y arrojo.
El mismo Napoleón le daba una gran importancia táctica a la presencia de una gran cantidad de prostitutas para las tropas hasta el punto de que los soldados no tenían que pagar por el favor de las mujeres sino que ellas recibían su pago del ejército.

BALADA DE UN DESOCUPADO...TEMA ACTUAL Y POPULAR


LA VIEJITA ASESINA