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jueves, 7 de enero de 2016
PREGUNTAR ANTES DE JUZGAR
PREGUNTAR ANTES DE JUZGAR
Dos amigas salieron solas, sin sus maridos. De regreso en la madrugada, agotadas por la borrachera, les dieron ganas de hacer pis, pero lo único que había cerca era un cementerio. Decidieron bajarse y hacerlo.
La primera no encontró con que secarse, así que se limpió con su ropa interior y la tiró.
La segunda tampoco encontró con qué, así que agarró la cinta de una corona de flores perteneciente a un último funeral y se limpió con ella.
A la mañana siguiente los maridos se llaman y uno le dice al otro:
- !Esto ya es el colmo!, estoy hasta los huevos de las salidas de éstas dos. Ahora sí se terminó todo, imagínate llegar sin bragas a casa a las 4:00 de la mañana.
Y el otro le contesta:
- Tienes suerte, y no se de qué te quejas. Por lo menos la tuya llegó sin bragas. Mi mujer llegó con una tarjeta en el culo que decía: "Nunca te olvidaremos. Con cariño de tus compañeros de trabajo".
Moraleja: "No saque conclusiones sin preguntar, pregunte siempre... ¡PREGUNTE antes!".
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