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miércoles, 9 de febrero de 2011

GUERRA DE SEXOS

GUERRA DE SEXOS
Nunca había entendido por qué las necesidades sexuales de los hombres y las mujeres son tan diferentes entre si.

Nunca había entendido todo eso de Marte y Venus.
Y nunca había entendido por qué los hombres piensan con la "cabeza" y las mujeres con el "corazón"…
Una noche, la semana pasada, mi mujer y yo nos íbamos a la cama. Bueno, empezamos a acariciarnos con el inevitable y picarón toqueteo mutuo. Yo ya estaba en mi punto, listo para la acción. Y es en ese preciso momento en el que me dice:
-"Mira... ahora no tengo ganas mi amor, tan solo quiero que me abraces, si?". (Puta madre, no me jodas) Yo dije: "¿QUÉ?"
Y ella me respondió con las palabras mágicas:
-"No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer".
Al final, asumí resignadamente que esa noche no iba a follar, así que me dormí como tienda de campaña.
A los pocos días fuimos de compras al Corte Inglés.
Yo la miraba mientras ella se probaba tres carísimos modelitos de vestido en Saks Fifth Avenue. Como no podía decid irse por uno u otro, le dije que se llevara los tres.
Entonces, emocionadísima y motivada por mis comprensivas palabras me dijo que necesitaba unos zapatos Kenneth Cole que hicieran juego, que costaban 200 euros el par, con que le contesté que me parecía perfecto.
Luego pasamos por la joyería, de donde salió con unos pendientes de diamantes Tiffany’s. Estaba tan emocionada!. Yo creo que pensó que yo me había vuelto loco, pero de todas maneras no le importó mucho que digamos…
Creo que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió un carísimo estuche de
pinturas Elizabeth Arden de primerísima línea.
Bueno, me parece que rompí con todos sus esquemas mentales cuando también le dije nuevamente que si. Ella, en ese momento, estaba casi excitada sexualmente después de todo lo estaba pasando... deberían haber visto su cara…!!
Fue ahí cuando, con su mejor sonrisa, me dijo:
-"Ven mi amor, vamos a la caja a pagar".
Me costó mucho aguantarme la risa cuando le dije:
-"No mi amor, creo que ahora no tengo ganas de comprar todo eso".
De verdad, ojalá le hubieran visto su cara, se quedó pálida cuando le dije:
-"….Tan solo quiero que me abraces".
En el momento en que su impresionante cara empezó a transformarse en pura furia y odio, simplemente añadí,
-"¡¡¡¡ No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre!!!!".
Creo que no volveré a follar hasta mediados de 2007... Pero... qué dulce es el sabor de la venganza...

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