COMPRANDO CIGARRILLOS.
Un cubano llega a Nueva York y cuando se le acaban los cigarrillos, va a la tienda de la esquina.
Sin saber inglés, con señas describe lo que quiere y trata de pronunciar "Malboro". La chica de la bodega se agacha a buscar los cigarrillos debajo del mostrador y se le sale un peo. Como si nada, se levanta y pone el paquete en el mostrador y le dice:
-"Two fifty" El cubano indignado le contesta:
- ¡Tu fifty, cabrona! ¡La del peo fifty tú!
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